Virgen Dominica.
Martirologio Romano: En
Mauriac, en Francia, beata Catalina Jarrige, virgen, de la Tercera
Orden de Santo Domingo, célebre por su entrega a los pobres y a los
enfermos, y que defendió durante la Revolución Francesa a los sacerdotes
perseguidos, ayudándoles y visitándoles en la cárcel.
Nació
en Doumis, Francia. Era la menor de siete hermanos. Después de una
juventud dedicada a la artesanía de encajes en casa, sin saber hablar
más que en “patois”, durante 60 años vivió en Mauriac, dedicada a ayudar
a los pobres, enfermos, huérfanos, presos y a enseñar el catecismo a
los niños. Fue una mujer con una intensa vida de oración, siempre
volcada hacia el apostolado y la caridad hacia los demás. Fue admitida
en la Orden Tercera dominicana, imitó a santa Catalina de Siena,
especialmente en el intenso amor a la Eucaristía y en la defensa de sus
ministros perseguidos, intrépida en confesar la fe y en el amor a la
Iglesia.
Durante la
revolución francesa, ayudó a muchos sacerdotes perseguidos, dándoles
refugio en su casa y en otros lugares y procurándoles lo necesario para
su sustento. En 1793 el padre Francisco Filiol fue detenido y condenado a
muerte y ella le acompañó hasta el cadalso dándole ánimos. En 1794 fue
procesada y conducida a la cárcel, de donde la liberaron más tarde: pero
Catalina no temía a la muerte y decía que bajo la guillotina habría
bailado la “carmagnole”. Fue detenida dos veces y las dos veces fue
liberada por falta de pruebas. Pasada la revolución, colaboró en todo lo
que pudo en la restauración de la Iglesia, cuidando especialmente a los
sacerdotes. Consagrada al Señor por voto privado de castidad, vivió su
consagración con extraordinario entusiasmo espirtual hasta su muerte a
los 82 años. Fue sepultada en la iglesia mayor de Mauriac.
No hay comentarios:
Publicar un comentario