13 de julio - San Anacleto (Cleto).
III Papa.
Martirologio Romano: En Roma, conmemoración de san Cleto,
papa, el segundo que rigió la Iglesia Romana después de
san Pedro. († 88).
¿Son dos o tan sólo uno?, por mucho tiempo se
pensó que Anacleto y Cleto habían sido dos papas distintos
del siglo primero. Después resultó claro que el segundo nombre
era sólo una abreviación familiar del primero. Y así ha
quedó registrado en la sucesión cronológica de los jefes de
la iglesia de Roma: Anacleto o Cleto fue el tercero,
después de Pedro y Lino. Tercero, entonces, en la serie
de papas. Sobre su origen sobreviven incertidumbres, algunos historiadores
piensan que era nacido en Roma, pero su nombre de
origen claramente griego deja una sombra de dudas sobre este
tema.
Relatos muy antiguos le atribuyen la construcción de un santuario
sepulcral llamado «Memoria», en el sitio del entierro de Pedro,
en los jardines del Vaticano, territorio que entonces pertenecía al
dominio imperial y formado por jardines, campos y tierras sin
cultivar. A Anacleto se le atribuye también la disposición que
prohibía a los hombres de Iglesia usar los cabellos largos,
lo que sería un primer ejemplo de tonsura eclesiástica.
Su pontificado
se desarrolla en algunos años de paz, bajo el emperador
Vespasiano (que reina del 69 al 79), y bajo su
hijo mayor Tito (79 al 81). En tiempos de este
último Italia conoce una de las más importantes catástrofes de
su historia: la erupción del Vesubio en agosto del 79,
con la destrucción de Herculano y Pompeya. Y poco después
Roma verá surgir el edificio destinado a convertirse en su
emblema: el anfiteatro Flavio (Coliseo) para los juegos públicos, sede
de luchas mortales entre gladiadores y de suplicios para los
cristianos. El mismo lugar que diecinueve siglos después sería
elegido por los sucesores de Pedro, Lino y Anacleto para
presidir el Vía Crucis con el que se rememora el
calvario de Cristo en Viernes Santo.
Finaliza pronto el reinado de
Tito, y con el arribo de su hermano Domiciano comienza
la persecusión. Pero no sólo contra los cristianos. De hecho,
las primeras víctimas son los judíos, forzados a derivar al
Estado el tributo debido al templo de Jerusalén destruido por
Tito. Una persecución por razones financieras: porque las grandes obras
públicas han desangrado las finanzas imperiales; también los judeocristianos deberán
pagar. Después la persecusión va a ensañarse a los cristianos
en general, no sólo contra sus bienes. Contra ellos se
lanza la acusación de “ateísmo”, es decir, de no adorar
a los dioses del Estado, y esta acusación comporta la
pena capital.
No sabemos cómo murió Cleto; la persecusión a
los cristianos continuó luego de su muerte. No se conoce
el lugar de su sepultura, aunque es presumible que haya
sido en los jardines vaticanos.
Fuente: http://www.es.catholic.net/santoral/articulo.php?id=11228
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