11 de enero - San Tomás de Cori
Presbítero Franciscano.
Martirologio Romano: En Bellegra, en el Lacio (Italia), santo
Tomás de Cori (Francisco Antonio) Placidi, presbítero de la Orden de los
Hermanos Menores, preclaro por la austeridad de vida y por la
predicación, iniciador de los retiros (1729).
Fecha de canonización: 21 de noviembre de 1999, por el Papa Juan Pablo II.
Nacido en Cori (Latina) el 4 de junio de 1655, Tomás tuvo una infancia
marcada por la pérdida prematura de su madre primero y de su padre
después, quedando sólo, a los catorce años, al cuidado de la hermana más
pequeña. Hará de pastor, aprendiendo la sabiduría de las cosas simples.
Casadas las hermanas, queda libre para seguir la inspiración que desde
algún año guardaba en el silencio del corazón: pertenecer completamente a
Dios en la vida religiosa franciscana. Había conocido a los Frailes
Menores en su misma ciudad en el Convento de S. Francisco. Casadas las
dos hermanas y libre de toda preocupación, fue acogido en la Orden y
enviado a Orvieto para hacer el año de noviciado. Profesada la Regla de
S. Francisco y finalizados los estudios de teología, se ordena sacerdote
en 1683. Fue nombrado inmediatamente vice maestro de novicios en el
convento de la SS. Trinidad de Orvieto; sus superiores reconocieron
desde muy pronto sus dotes.
Poco tiempo después fray Tomás oyó
hablar de los Retiros que comenzaban a florecer en la Orden y de la
intención de los Superiores de la Provincia Romana de instaurar uno en
el Convento de Civitella (hoy Bellegra). Su petición fue acogida y el
joven fraile llamó así a la puerta del pobre Convento en 1684, diciendo:
"Soy fray Tomás de Cori y vengo para hacerme santo". Con un lenguaje
quizás lejano al nuestro, expresaba él su ansia de vivir radicalmente el
Evangelio según el espíritu de S. Francisco.
Desde entonces,
fray Tomás permanecerá en Bellegra hasta la muerte, excepto seis años
(1703-1709) en los que será Guardián en el Convento de Palombara, donde
instauró el Retiro, en base al de Bellegra. Escribió Reglas para uno y
para otro, que él el primero observó cuidadosamente, consolidando con la
palabra y con el ejemplo la nueva institución de los dos Retiros.
Los largos años transcurridos en S. Francisco de Bellegra se pueden resumir en tres puntos:
Oración
Santo
Tomás de Cori fue seguramente, como se ha dicho de S. Francisco, no
tanto un hombre que oraba, como un hombre hecho oración. Esta dimensión
animó toda la vida del Fundador del Retiro. El aspecto más evidente de
su vida espiritual fue sin duda la centralidad de la Eucaristía,
testimoniada por Tomás en la celebración eucarística, intensa y
participada, y en la oración silenciosa de adoración en las largas
noches de Retiro después del oficio divino celebrado a medianoche. Su
vida de oración estuvo marcada por una aridez persistente de espíritu.
La ausencia total de una consolación sensible en la oración y en su vida
de unión con Dios, se prolongaría durante más de cuarenta años,
encontrándole siempre sereno y radical en la vivencia del primado de
Dios. Verdaderamente su oración se configuró como " memoria Dei "
realizando concretamente la unidad de vida no obstante las múltiples
actividades.
Evangelización
Santo Tomás no se cerró
en el Retiro, olvidando el bien de sus hermanos y el corazón de la
vocación franciscana, que es apostólico. Fue llamado con razón el
apóstol del " Sublacense ", habiendo recorrido comarcas y ciudades en el
anuncio incansable del Evangelio, en la administración de los
sacramentos y en el surgir de milagros a su paso, signo de la presencia y
cercanía del Reino. Su predicación era clara y simple, persuasiva y
fuerte. No subió a los púlpitos más ilustres del tiempo: su personalidad
pudo entregar lo mejor de sí en el ambito restringido de la región del
Lazio, viviendo su vocación franciscana en minoridad y a la opción
concreta por los más pobres.
Exquisita caridad
Santo
Tomás de Cori fue para sus hermanos padre amabilísimo. Ante las
resistencias de algunos hermanos en su deseo de reforma y de radicalidad
en vivir el ideal franciscano, el Santo supo responder con paciencia y
humildad, encontrándose incluso sólo para atender el convento. Había
comprendido muy bien que toda auténtica reforma inicia por sí mismo.
El
notable epistolario que nos ha llegado, demuestra la atención de Tomás a
las más pequeñas espectativas y necesidades de sus hermanos y de tantos
amigos, penitentes y frailes que se dirigían a él para recibir un
consejo. En el convento demostró su espíritu de caridad en la
disponibilidad a cualquier necesidad, incluso la más humilde.
Rico
de méritos, se durmió en el Señor el 11 de enero de 1729. Santo Tomás
de Cori resplandece entre nosotros y en Roma, del que es co-patron,
sobre todo en su ansia de ideal cristiano y franciscano puro y vivido en
lo esencial. Una provocación para todos nosotros, a no tomar a la
ligera el Evangelio y sus exigencias radicales.
Reproducido con autorización de Vatican.va
Fuente: http://www.es.catholic.net/op/articulos/31806/toms-de-cori-santo.html
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