29 de julio - Beata Beatriz de Nazaret.
Religiosa.
Devoción Tradicional, Oficialmente no incluida en el Martirologio Romano.
Etimología: Beatriz = la que hace feliz,
del latín.
Había la costumbre en los monasterios belgas del siglo
XI de admitir para el coro a las chicas de
buenas familias de la alta burguesía. Las otras, incultas, entraban
solamente en calidad de conversas. Recibían la ayuda de familias
importantes, como los Brabantes o Tirlemont.
Beatriz, la benjamina
de seis hermanos, era hija de esta última familia. Nació
en Tirlemont (Bélgica) en 1200.
Su padre, el Beato Bartolomé,
ingresó como lego cisterciense al fallecer su mujer. Ayudó a
construir otros tres Monasterios de Monjas, como el Oplinter y
el de Nazaret.
A los 17 años Beatriz ingresó en
este último cerca de Lier en Brabant, siendo después la
superiora durante muchos años. Pero no porque fuera hija del
padre de la fundación del monasterio, sino porque brillaba ante
todos por su virtud, su piedad y su generosidad sin
límites.
Se habla de que en sus primeros años le
sucedió como a san Bernardo, entregándose a penitencias más para
admirar que para imitar, cosa frecuente en los principiantes, quienes
al meditar la pasión de Cristo que dio su vida
por nosotros en la cruz entre indecibles tormentos, se suscita
en ellos un ansia de inmolarse por amor a él.
San Bernardo lamentará más tarde tales excesos de juventud, pues
toda la vida tendrá que luchar para mantenerse en pie.
Igual le pasó a Beatriz: se entregó a severas austeridades,
entre ellas usando un cinturón de espinas y comprimiendo su
cuerpo con cuerdas y más tarde pagaría el coste de
aquellas penitencias indiscretas.
Luego de profesar, la enviaron al monasterio de
La Ramee para que se perfeccionase en la caligrafía e
iluminación de manuscritos, habiendo resultado una excelente maestra en el
arte de iluminar pergaminos. Allí se encontró con una religiosa
santa - Ida de Nivelles - la cual le serviría
de maestra y como madre espiritual, gracias a su perfecta
preparación y experiencia en los caminos de Dios de que
estaba adornada. Se dio cuenta Beatriz que esta religiosa se
esmeraba demasiado en atenderla, y como le preguntara cómo era
que dedicaba tanto tiempo a ayudarla espiritualmente, la contestación fue
porque veía claro que Dios la había elegido para grandes
cosas. Palabras proféticas que se cumplirían con creces.
Beatriz se
esmeró en seguir de cerca los pasos de su maestra,
viviendo una espiritualidad centrada toda ella en el amor. Fijándose
en dos textos de San Juan: "El amor procede de
Dios", es decir, el amor pertenece a la razón, a
la afectividad y a la voluntad, siendo Dios mismo el
sujeto en el obrar, y a la vez, "Dios es
amor", el amor entendido como medio por el cual Dios
se manifiesta a la criatura y a quien ésta puede
contestar, dio por resultado de esta experiencia mística la obra
preciosa titulada: "De siete modos de practicar el amor", la
cual según quienes la han estudiado a fondo es un
tratado que contiene una belleza singular. "Su estilo es
sobrio y sus frases muy elegantes; su exposición neta y
clara; la prosa es dulce y ágil con lindas asonancias
y rimas muy naturales. La autora posee una inteligencia excepcional,
logra expresar magistralmente en el plano de la forma y
del pensamiento sus experiencias místicas extraordinarias... El tratado es muy
sintético, cada palabra tiene su peso y su valor... dejándonos
seducir por su mensaje, a través de la belleza literaria
del texto, que, más que toda otra cosa, expresa la
belleza de su alma y es testimonio de su búsqueda
absoluta del amor".
Escrito en flamenco medieval, resume las siete
maneras de amar santamente. Su descripción experiencial es una gozada
por la forma y la sencillez de cómo el alma
se acerca a Dios.
Las tres experiencias activas son ´el amor
purificante, el amor devorante y amor elevante´, a las que
siguen cuatro pasivas: amor infuso, amor vulnerado, amor triunfante y
amor eterno.
Escribió otras obras. Sus lecturas preferidas eran la Biblia
y los tratados sobre la Santísima Trinidad.
Se cuenta que le
apareció Nuestro Señor y le perforó el corazón con una
flecha incandescente...
Murió en el año 1269. Sus restos hubo
que esconderlos para que los calvinistas no los profanaran y
se ha creído que su cuerpo fue trasladado por ángeles
para Lier.
Artículos relacionados: Un resumen de los "Siete modos
de vivir el Amor"
Fuente: http://www.es.catholic.net/santoral/articulo.php?id=11252
No hay comentarios:
Publicar un comentario