6 de enero - Beata Rita Amada de Jesús (Rita López de Almeida).
Fundadora.
Martirologio Romano:
En Casalmendinho, Portugal, beata Rita Amada de Jesús, virgen y
fundadora (1913).
Fecha de beatificación: 28 de mayo de 2006
por el Papa Benedicto XVI.
Rita
Amada de Jesús nació el 5 de Marzo de 1848,
en un pequeño pueblo de la parroquia de Ribafeita, Diócesis
de Viseu, Portugal. Pocos días después fue bautizada con el
nombre de Rita Lopes de Almeida.
Creció en un ambiente familiar
de mucha piedad, donde en las noches se hacía lectura
espiritual. Desde su niñez demostró una devoción especial a Jesús
Sacramentado, la Santísima Virgen y S. José, así como cariño
por el Santo Padre, quien en ese tiempo se encontraba
en exilio.
La Iglesia en Portugal continuaba a ser perseguida por
parte de la Masonería, que se apoderó de los bienes
eclesiásticos, cerró los Seminarios, y Casas de Religiosos. A los
Institutos de Religiosas, les prohibió la admisión de Novicias. Obispos
y sacerdotes provenientes de familias de alto nivel económico fueron
objeto también de ataques. Debido a esto no podían
dedicarse a su ministerio completamente, ya que tenían que defenderse.
Todo esto debilitó en parte la Iglesia.
Pero esta situación
política no apagó el ansia de una auténtica vida cristiana
que la familia de Rita experimentaba, en especial sus Papás,
así como el deseo de comunicarla a los demás.
En este ambiente familiar Dios suscitó en Rita la vocación
misionera, para liberar la juventud del indiferentismo religioso, y fomentar
los valores morales, y así con este apostolado pudo fortalecer
la familia.
Su celo apostólico hizo de ella una itinerante. Iba
de pueblo en pueblo y enseñaba a orar. A
través del Santo Rosario y otras oraciones deseaba despertar en
los corazones de quienes la escuchaban, la imitación de Nuestra
Señora, Madre de Dios.
En su apostolado buscaba siempre las
personas que llevaban una vida inmoral, y hacía todo lo
posible para rescatarlas del mal y conducirlas a Dios. Este
estilo radical de apostolado, la hizo objeto de amenazas de
muerte.
A la oración unió la penitencia. Para llevar a
cabo este objetivo, logró conseguir algunos “instrumentos de
mortificación”, en sus visitas a las Hnas. Benedictinas del Convento
de Jesús a Viseu.
En este tiempo, con la
ayuda de su Confesor, pudo discernir que Dios la llamaba
a la Vida Consagrada. En esta Época no era posible
entrar a ningún Instituto, debido a que las leyes
masónicas prohibían la entrada de novicias. Por lo tanto,
Rita siguió en el “mundo”, entregada al apostolado y a
las prácticas de mortificación, con la esperanza de poder
consagrarse a Dios en el futuro. Durante este tiempo rechazó
pretendientes, algunos de ellos ricos, pues según ella ya había
hecho su consagración a Dios en el íntimo de
su corazón.
Su consagración a Dios la llevó
a la práctica frecuente de la Comunión Reparadora, que fomentó
su fervor Eucarístico, y a la devoción al Sagrado Corazón.
Dios hizo de ella un verdadero apóstol concediéndole una pasión
por la salvación de las almas.
Colaborando con el apostolado
de Rita, sus padres llegaron a albergar en casa mujeres
muy deseosas de conversión.
Como a los 20 años de
edad, su deseo de consagrarse a Dios aumentó considerablemente. Compartió
con sus padres este su gran deseo. No obstante la
fe y vida ejemplar cristiana de sus padres, sus padres
no aprobaron su decisión. Rita no desistió, al contrario,
continuó nutriendo la esperanza de realizarlo. Y a la edad
de 29 años logró entrar a una Congregación.
Esta congregación
era la única que existía en Portugal porque era
extranjera, y se dedicaba solo a ayudar a los
pobres. Pero como el carisma de este Instituto era
diverso del tipo de celo apostólico que ardía en su
corazón, Rita no se pudo identificar con el.
El Director Espiritual de la Comunidad, en quien Rita
confiaba plenamente, vio que la Voluntad de Dios para ella,
era: el recibir y educar niñas pobres y abandonadas. Rita
salió de este Instituto, de origen francés, a la edad
de 32 años.
De acuerdo con el Rev. P. Francisco
Pereira, S.J. buscó los medios para prepararse y realizar su
futura y urgente misión. Rita era dotada de muchos
dones y virtudes y de naturaleza piadosa, y solo deseaba
cumplir la voluntad de Dios.
Dócil a su Director
Espiritual, logró vencer los conflictos político y religiosos y fundar
un Colegio-Instituto de Jesús, María y José, en la Parroquia
de Ribafeita, con la espiritualidad de la Sagrada Familia,
el 24 de Septiembre, 1880.
En breve tiempo, este tipo
de apostolado se extendió a otras diócesis de Portugal. En
las diócesis de Viseu, Lamego y Guarda, las autoridades civiles
trataron siempre de suprimirlo. Experimentó dificultades de carácter económico, así
como con una religiosa de su Instituto.
Aún más, en
el año 1910, se desencadenó una feroz persecución contra la
Iglesia. Todos los Institutos fueron suprimidos, sus propiedades fueron expropiadas
incluyendo el Instituto de Madre Rita, quien consiguió refugiarse en
su tierra natal.
Es aquí donde poco a poco
logró localizar sus religiosas dispersas debido a la situación política,
y reagruparlas en una humilde casa de Ribafeita. Desde este
lugar, envió varios grupos de ellas a Brasil, que perpetuaron
el Carisma de la Fundadora. En esta forma su
Instituto pudo sobrevivir.
Madre Rita, falleció el
6 de Enero de 1913, en Casalmendinho (Parroquia de Ribafeita),
en olor de santidad. Su funeral, fue presidido por
el Vicario General de la Diócesis, y fue un
acción de gracias a Dios por el don de
esta religiosa a la Iglesia y al mundo.
Fue beatificada
el 28 de mayo de 2006.
Reproducido con autorización de Vatican.va
Fuente: http://www.es.catholic.net/santoral/articulo.php?id=34602
No hay comentarios:
Publicar un comentario