Elredo de Rievaulx
Abad
Martirologio Romano: En el monasterio de Rievaulx, también en
Northumbria (hoy Inglaterra), san Elredo, abad, el cual, educado en la
corte del rey de Escocia, ingresó en la Orden Cisterciense, siendo
maestro eximio de la vida monástica y promoviendo constante y
suavemente, con su ejemplo y sus escritos, la vida espiritual y la
amistad en Cristo (c. 1166).
Abad de Rievaulx, escritor de homilías e historiador (1109-66).
San
Elredo, cuyo nombre también ha sido escrito como Aelred, Ailred,
Æthelred y Ethelred, fue hijo de uno de aquellos sacerdotes casados de
los cuales muchos se pueden encontrar en Inglaterra en los siglos once y
doce.
Nació en Hexham, pero a temprana edad conoció a David,
el hijo menor de Santa Margarita, quien poco después fue Rey de Escocia,
en cuya corte aparentemente actuó por algunos años como un tipo de
paje, o acompañante para el joven Príncipe Enrique.
El Rey
David amaba al pío joven inglés, le promovió a su hogar, y deseaba
hacerle obispo, pero Elredo decidió convertirse en monje cisterciense,
en la recientemente fundada abadía de Rievaulx en Yorkshire.
Pronto
fue nombrado maestro de novicios, y por mucho tiempo fue recordado por
su extraordinaria paciencia y ternura hacia aquellos a su cargo.
En
1143 mientras Guillermo, Earl de Lincoln, fundó una nueva abadía
cisterciense en sus tierras en Revesby en Lincolnshire, San Elredo fue
enviado con doce monjes a tomar posesión de la nueva fundación.
Su
estadía en Revesby, donde parece haber conocido a San Gilberto de
Sempringham, no fue larga, pues en 1146 fue elegido abad de Rievaulx.
En
este puesto el santo no sólo fue superior de una comunidad de 300
monjes, sino que estuvo a la cabeza de todos los abades cistercienses en
Inglaterra.
Las causas le eran referidas, y con frecuencia tenía que hacer largos viajes para visitar los monasterios de su orden.
Un
viaje tal le llevó en 1153 a Escocia, donde se encontró con el Rey
David por última vez y a su regreso a Rievaulx poco después le llegó la
noticia de la muerte de David, por lo que trazó un bosquejo sobre el
personaje del fallecido rey, a manera de pésame.
Parece haber
ejercido influencia considerable sobre Enrique II en los primeros años
de su reinado, y haberle persuadido de unirse a Luis VII de Francia para
encontrarse con el Papa Alejandro III, en Touci en 1162.
Aunque sufría de una complicación de males muy dolorosos, viajó a Francia para asistir a la reunión general de su Orden.
Estuvo
presente en la Abadía de Westminster, en la traslación de San Eduardo
el Confesor, en 1163, y en vista de este evento, escribió la biografía
del santo rey y dio una homilía dedicada a él.
Al año siguiente
Elredo efectuó una misión a las tribus bárbaras Pictish de Galloway,
donde se dice que su jefe se conmovió tan profundamente por sus
exhortaciones que se convirtió en monje. A través de sus últimos años
Elredo dio extraordinario ejemplo de paciencia heroica al sufrir una
serie de enfermedades.
Lo que es más, era tan abstemio que se
le describía más como un fantasma que como un hombre. Se supone en
general que su muerte ocurrió el 12 de enero de 1166, aunque hay razones
para pensar que el año realmente fue 1167.
San Elredo dejó
una considerable colección de sermones, cuya elocuencia le ha ganado el
título de el San Bernardo Inglés. Fue autor de varios tratados
ascéticos, de los cuales sobresale Speculum Charitatis, también un
compendio del mismo (realmente un borrador a partir del cual se
desarrolló el trabajo completo), un tratado De Spirituali Amicitiâ y
una cierta carta a una ermitaña.
Todo esto, junto con un
fragmento de su obra histórica, fue coleccionado y publicado por Richard
Gibbons, S.J., en Douai, en 1631. Una edición más completa y mejor
está contenida en el quinto volumen de la Biblioteca Cisterciensis de
Tissier, 1662, de la cual ha sido impresa en P.L., vol. CXCV. Las obras
históricas incluyen una Vida de San Eduardo, un recuento importante
de la Batalla del Estándar, (1138), obra incompleta sobre la
genealogía de los reyes de Inglaterra, un tratado De Sanctimoniali de
Watton (sobre la Monja de Watton), una Vida de Santa Ninian, una obra
sobre los Milagros de la Iglesia de Hexham, un recuento de las
fundaciones de la Abadía de Santa María de York y Fuentes, así como
otras que están perdidas. Nunca se ha publicado una edición completa de
la opuscula histórica de Aelred. Unas pocas fueron impresas por
Twysden en su Decem Scriptores, otros deben ser buscados en la Serie
Rolls o en Prior de Hexham de Raine (Surtees Society, Durham, 1864).
Fuente: http://es.catholic.net/op/articulos/35821/elredo-de-rievaulx-santo.html
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