Beato Odorico de Pordenone
Misionero Franciscano
Martirologio Romano: En la ciudad de Udine, en la región de
Venecia (hoy Italia), beato Odorico de Pordenone Mattiuzzi, presbítero
de la Orden de los Hermanos Menores, que viajó por las regiones de los
tártaros, de los indios y de los chinos hasta la principal ciudad de
China llamada Kambalik. En todas esas regiones convirtió a muchos a la
fe de Cristo con su predicación del Evangelio (1331).
Franciscano,
sacerdote, misionero por tierras de Oriente. Su culto fue aprobado por
Benedicto XIV el 2 de julio de 1775, y su fiesta se celebra el 14 de
enero, aniversario de su muerte en Udine.
Nacido en Villanova de
Pordenone, provincia de Friul (Italia), hacia 1265, Odorico fue una
especie de Marco Polo pero de hábito, viajando en pos de las almas.
Antes de pedir permiso para ir al Oriente como misionero, Odorico había
llevado vida eremítica y había desarrollado actividades apostólicas en
su Friul natal. Humildísimo y penitente, riguroso y silencioso, este
hermano que se vestía de túnica marrón, caminaba descalzo y se
alimentaba de pan y agua, estaba bien preparado para la vida misionera y
para los viajes largos e incómodos. Y su viaje fue bien largo, pues
duró 33 años. De Venecia a Trebisonda, de donde siguió por tierra.
Penetró en Armenia, atravesó la Persia, y en Ormuz se embarcó de nuevo
hasta llegar a la India. En India recogió las reliquias de cuatro
franciscanos martirizados, y volvió a embarcarse. Finalmente llegó a
Zaiton, en China del Sur.
En Zaiton fray Odorico se sintió como
en su casa. Los franciscanos ya tenían allí dos florecientes conventos.
Hacía casi un siglo que los Hermanos Menores habían hecho su camino
hacia el Oriente. El primer intento misionero, el de Juan de Pian
Carpino, compañero de San Francisco, no había tenido el éxito esperado;
pero más tarde, otro franciscano italiano, Juan de Montecorvino, no
solamente había llegado a China, sino que había permanecido allí
largamente, llegando a ser arzobispo y Patriarca del Extremo Oriente
desde la cátedra arzobispal de Kambalik, el actual Pekín, capital del
imperio mongol y sede del Gran Khan. Odorico llegó allí en 1325 y
permaneció tres años.
Juan de Montecorvino y sus franciscanos ya
habían realizado miles de conversiones. Odorico no fue menos. En breve
tiempo administró miles de bautismos. Pero el viejo arzobispo quiso que
el fraile del Friul regresara a Italia para contar al Papa la situación
del Oriente y para pedir nuevos misioneros para la extensa diócesis.
Odorico se puso en camino, esta vez por tierra. Cubrió esta larga
distancia en poco más de dos años y en 1330 estaba de regreso en
Venecia. Quiso ir de inmediato a donde el Papa a Aviñón, pero en Pisa se
enfermó gravemente. Se hizo llevar al convento de Padua, donde dictó a
un hermano de su Orden la relación de su viaje y de las actividades
misioneras de los franciscanos en el Extremo Oriente, que otro presentó
al Papa de parte del hermano enfermo. Mientras Odorico moría en su
convento de Udine el 14 de enero de 1331, a los 66 años de edad, otros
50 misioneros franciscanos partían para Khambalik a proseguir la obra
apostólica iniciada y desarrollada heroicamente por estos invictos
pioneros del Evangelio.
Fuente: http://es.catholic.net/op/articulos/36316/odorico-de-pordenone-beato.html
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