domingo, 17 de agosto de 2014

08 de agosto - Beato Cruz Laplana y Laguna.

08 de agosto - Beato Cruz Laplana y Laguna.
 
Obispo y Mártir.

Cruz Laplana Laguna (Casa Alonso de Plan, (Huesca) 3 de mayo de 1875 - cerca de Villar de Olalla (Cuenca) 7 de agosto de 1936) Obispo español que ocupó la catedra de Cuenca (1921-36), fue fusilado al comienzo de la Guerra Civil española.

A la edad de once años escogió la carrera eclesiástica. Estuvo en el Seminario de Barbastro. Cursó tres años de Derecho canónico y uno de Teología en la Universidad Pontificia de Zaragoza. Se ordenó presbítero el 25 de septiembre de 1898.

Desde 1902 a 1912 ejerció la docencia en el Seminario conciliar de Zaragoza. Fue ecónomo de Caspe y luego párroco de San Gil, en la capital metropolitana. El 30 de noviembre de 1921, la Santa Sede le nombró obispo de la diócesis de Cuenca, teniendo lugar la consagración episcopal en la basílica del Pilar el 26 de marzo del año siguiente por el cardenal Juan Soldevilla y Romero tomando posesión de su diócesis.

En su labor episcopal, destacó por una gran piedad y austeridad de vida. Vivía entregado sin descanso a su labor evangelizadora y sacerdotal. Se adelantó, en cierto modo, a su tiempo por su preocupación social, prestando todo su apoyo a las iniciativas a favor de los más pobres y necesitados.

Tras el fracasado golpe de estado, Cuenca fue fiel al gobierno republicano por obra del teniente coronel Francisco García de Ángela. Pocos días después con la llegada de milicianos anarquistas mandados por Cipriano Mera, empiezan a producirse desmanes. En la tarde del 20 de julio hizo explosión una bomba en la puerta del palacio episcopal. El 28 de julio el obispo es obligado a dejar su residencia en compañía de su mayordomo Manuel Laplana y de su familiar Fernando Español. Bajo custodia de milicianos es conducido al Seminario convertido en cárcel. Fue fusilado el 7 de agosto de 1936. 


Acusaciones de actividad política
Según algunas acusaciones, tras la caída de la monarquía el 14-4-1931, habría tenido una participación activa en política, declarándose abiertamente no partidario del nuevo régimen republicano. Según estos acusadores, dicha campaña se habría llevado a cabo mediante la fundación de grupos de Acción Católica, organización que, como rezan sus estatutos, es radicalmente apolítica. En realidad, lo que buscaba el obispo era formar seglares consecuentes que actuaran conforme al Evangelio en la labor por los más necesitados, en la configuración cristiana de la sociedad y, como no, también en la acción más directamente política, pero sin inclinar a la militancia en uno u otro partido concreto.

También se presenta como prueba de esa supuesta actividad polítca una frase sacada de contexto de la biografía del obispo escrita por Sebastián Cirac, en la que se dice que en las elecciones de febrero de 1936 apoyó la candidatura de José Antonio Primo de Rivera: “por voluntad expresa del señor obispo fue presentado don José Antonio Primo de Rivera en la candidatura de las derechas”. Sin embargo, el mismo Sebastián Cirac, declarando bajo juramento en el proceso de beatificación, afirma de D. Cruz que “nunca en su vida intervino en política o tuvo aficiones por los partidos o caciques políticos. Su ejemplo, su preocupación y hasta su intervención, aconsejando, estuvo exclusivamente promovido por las necesidades de salvar a la Iglesia y a las almas”.

Contra estas acusaciones pesa el nada sospechoso testimonio del alcalde socialista de Cuenca en 1936, D. Antonio Torrero González: D. Cruz Laplana, como tal D. Cruz Laplana, no había nada contra él, como contra el otro señor (D. Fernando Español); el meterse con ellos fue por ser Obispo, por ser Sacerdote. Yo, desde luego, puedo resaltar que el Sr. Obispo, en política, huía de toda ella. La impresión en que se le tenía en Cuenca era que era buena persona, y no se le tenía odio alguno.

El mismo primer edil, que estuvo presente en el saqueo del palacio episcopal, testimonia que “en el Palacio (episcopal) no se encontró absolutamente nada, ni de cartas, ni de periódicos, ni de armas, nada que pudiera ser comprometedor para el Sr. Obispo”. “Mi opinión sobre la muerte de los dos (Beatos Cruz Laplana y Fernando Español) es que murieron como santos”.

Beatificación por la Iglesia Católica
Fue beatificado por la Iglesia Católica junto con otros 497 mártires, la jornada del 28 de octubre del 2007, circunstancia que ha dado lugar a juicios contrapuestos: para algunos, ha sido motivo de crítica contra la jerarquía católica.; la opinión católica, en cambio, ve este evento como fuente de paz y reconciliación.

Fuente: http://es.wikipedia.org/wiki/Cruz_Laplana_y_Laguna

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